Es curioso que si pensamos en la palabra ALFABETO, lo primero que se te viene a la cabeza es el abecedario y en efecto, Alfabeto viene del lat. tardío alphabētum, y este del gr. ἀλφάβητος alphábētos, formado sobre ἄλφα álpha 'alfa' y βῆτα bêta 'beta', nombre de las dos primeras letras griegas y en la actualidad se refiere a todas las letras o signos que utilizamos para comunicarnos.
Dicho esto, os cuento también que mi querido suegro, siempre bromea con sus nietos diciendo que es un "analfaburro", o lo que es lo mismo, un "analfabeto", porque de pequeño no pudo aprender en la escuela todo lo que él hubiese querido. Todos estamos familiarizados con ese adjetivo, pero ¿alguien ha oído alguna vez llamar a otra persona "ALFABETO"? Yo no, la verdad y me resulta muy curioso pensarlo, puesto que es el antónimo de analfabeto.
Pues bien, sepan ustedes que alfabeto-ta, es la persona que sabe leer y escribir, así de simple. Esto implica que alfabetizar es el acto de enseñar a leer y escribir. Pero ¿ qué son la lectura y la escritura? Son herramientas de comunicación ¿cierto? Luego alfabetizar a una persona se puede entender como enseñarle las herramientas para la comunicación.
Entonces yo me pregunto:
¿Podemos decir que hoy en día se nos alfabetiza correctamente de acorde a las necesidades que demanda la actualidad? Mi respuesta es no y os voy a dar un pequeño ejemplo, de los muchos que vivo a diario.
Hace unos días, el profesor de mi hija, me enseñó un examen que habían hecho de lengua española. Pues bien, me sorprendió la actitud del profesor, como de vergüenza ajena por lo que me estaba mostrando. ¿Qué es lo que le avergonzaba? Que una de las preguntas iba sobre escribir una carta, de esas de las que se escribían antes. Y nos lo mostró encogiendo los hombros, resignado y como pidiendo disculpas. "Yo entiendo que hoy en día enseñar esto a los niños les va a servir para escribir la carta a los Reyes Magos y poco más. La verdad es que sería mucho más útil para ellos aprender a manejar el correo electrónico y otras cosas que sí van a utilizar más". Éstas fueron sus amables palabras, cargadas de frustración, resignación, vergüenza, pero sobre todo, de verdad.
Me pregunto si realmente estamos alfabetizados. La mayoría de los de mi generación, han tenido que formarse sobre la marcha en las nuevas tecnologías que implican nuevas formas de comunicación. Unos por el placer de comunicarse, pero muchos por necesidad, para desarrollar un empleo, para seguir formándose, para no quedarse aislado o marginado, etc. Yo no me considero muy alfabetizada, lo justito para escribir este blog, comunicarme por e-mail, Facebook, WhatsApp, buscar información y ahora, me veo aprendiendo más cosas a marchas forzadas porque lo requieren mis estudios en la UNED.
Considero este aspecto fundamental a la hora de encauzar el sistema educativo. Hay que ponerse al día con las nuevas alfabetizaciones. Dejar de aferrarse a contenidos obsoletos que ya aportan bien poco y pensar más en las necesidades actuales y sobre todo en las necesidades futuras de nuestr@s hij@s.
Si trabajamos juntos, lo podremos conseguir.