martes, 26 de junio de 2012

CAMBIARSE DE COLEGIO-PARTE I

Hoy me despedía con penita de dos maestras maravillosas. Son personas de buen corazón, que aman su trabajo, en el que ponen todo el cariño. Y no hace falta tratar mucho con ellas para darse cuenta, a mí me bastó con mirarle a los ojos el primer día de clase. Tenían un brillo inconfundible, ese brillo que delata la emoción por lo que hacen, la ilusión con la que se implican. Dos bellísimas personas y dos grandes maestras, Mayte y Mavi. Cada una con sus métodos, pero dando el corazón. Eso es lo que siento.

Ayer hablaba de esperanza, al hilo del artículo de Juan Carlos Garzón. Mientras me encuentre con profesionales así, humanos, preocupados por reciclarse, cuestionándose a si mismos para encontrar los fallos y mejorar, ya de por si lo inmejorable, habrá esperanza para los niños, tengan el coeficiente que tengan.





Me contaba hoy Mavi, como ella misma se paga viajes y cursos, porque le gusta seguir aprendiendo y comentábamos que era la mejor manera de trabajar cada año con la mismo ilusión con la que empiezas. No hay necesidad de acomodarse en un trabajo y convertirlo en una rutina. La rutina lleva a la desmotivación y un profesor o profesora desmotivada ¿cómo va a motivar a sus alumnos?

Y dejando a un lado los recortes....QUERER ES PODER. Aquellos profesionales, profesionales de verdad, no verán un motivo más para no cumplir con su trabajo, porque saben que con la educación de los niños no se juega, que los derechos de los niños están por encima de todo y lo seguiran haciendo lo mejor que puedan, porque no somos perfectos.Los niños no tienen la culpa de nada y es nuestra obligación luchar por darles un futuro mejor. Estoy segura de que aquellos que se implicaban antes de la crisis, lo seguirán haciendo.




Eso sí, lo que me preocupa es que aquellos que antes buscaban excusas para no hacer, seguirán acogiéndose a las excusas y seguirán sin hacer las cosas mejor.

Por culpa de esa otra parte vamos a tener que hacer un cambio de colegio. Por eso me despedía esta mañana. Es un dilema al que se enfrentan muchísimos padres cuando los  niños tienen altas capacidades. En muchas ocasiones oí decir, que esa no era la solución.

El problema es ¿y cuál es la solución para nuestros hijos?...............